¡Hola!, soy Carlos, el padre de Marco Antonio. El presente articulo es para explicar toda la historia de Marco desde el momento que llegó a mi vida hasta la actualidad.
Para entrar un poco en contexto quisiera contar que, desde muy chico no solo he sido amante a los beagles, sino a todos los perros en general, teniendo muchos desde niño. A pesar de eso, nunca había tenido un perro beagle, he cuidado de familiares y amigos, pero, nunca he tenido uno propio, Marco ha sido el primero.

LA LLEGADA DE MARCO
El día 4 de septiembre del año 2018 estaba trabajando en el local como un día cualquiera, solo que no era un día cualquiera. En la mañana se acercó un perro beagle con un aspecto descuidado, como si estuviese en la calle por días, esto se me hizo muy raro porque tenía collar. Hice lo propio; le di agua, comida (a pesar de haberle ofrecido concentrado, pan y salchicha no comió) y le tomé unas fotos para publicarlo por las redes sociales por si era de alguien. Nadie llamó, nadie escribió, nadie preguntó.
Esa misma noche desafortunadamente falleció mi abuelo por una enfermedad en los pulmones.
Al día siguiente, el perro beagle volvió al local, nuevamente le ofrecí comida y agua, esta vez tampoco comió, solo bebió agua. Le di unos cuantos mimos y partió. Al día siguiente, 6 de septiembre, era el sepelio de mi abuelo, no puedo negar que estuve pensando en ese perro beagle, puesto que iría otra vez al local por su agua, pero, ese día no la encontraría porque el local estaba cerrado.
Pero ¿cuál fue la sorpresa?, mientras iba al cementerio pude ver a ese perro beagle vagar por las calles de la ciudad, sabía que era él, tenía su aspecto descuidado y su collar azul sucio. En ese momento tomé una de las mejores decisiones de mi vida; lo adoptaría si volvía al local al día siguiente.
Y así fue, al siguiente día ese beagle callejero llegó por su dosis de agua. Llamé de inmediato a mi veterinario de confianza y pasaron por él para hacerle todas las pruebas pertinentes; baño, desparasitación, vacuna anual, purgante, pruebas de sangre para revisar si tenía una bacteria en el estómago que le quitaba el apetito, y prueba de dientes para saber cómo estaban y qué edad tenía. Además de comprar un multivitamínico para subirle las defensas.
SUS PRIMERAS NOCHES

Lo nombré Marco por el jugador alemán del Borussia Dortmund, Marco Reus, el Antonio, bueno, el Antonio le hace juego, jajaja. La primera noche durmió en mi habitación al lado de mi cama; le hice una especie de cama con algunas camisas y sabanas. Esto para que se sintiese cómodo.
Cuando llegaron los resultados de las pruebas que se le realizaron se demostró que, Marco tenía solo 4 años y tenía muy buena salud. Cuando el doctor me dijo que Marco no tenía una bacteria en el estomago me alivié, pero, dijo que tenía algo mucho peor; tenía depresión, y la única cura era mucho amor. Quizás Marco tenía otra familia la cual se cansó de él y decidieron abandonarlo, es por eso por lo que tenía collar y estaba capado.
Fueron pasando los días, las semanas y los meses, Marco Antonio ya era de la familia, no había día que no se fuera conmigo en la moto. Me acompañaba a todos lados, lo llevaba incluso al trabajo. Cuando estaba en el trabajo solo se dedicaba a dormir en el regazo de mis pies, si salía por un momento empezaba a ladrar. No le gustaba estar solo, es la hora y aún no le gusta estar solo.
SU PROBLEMA CON LA BASURA
Marco era un perro callejero, eso quiere decir que para no morir de hambre tenía que comer lo que encontrase por la calle, muchas veces buscar en la basura una que otra sobra de comida de sal.
Cuando llegó a casa esa necesidad de buscar y esculcar la basura no se le quitó, no podía ver una cesta de basura porque trataba de volcarla y buscar algo que le gustase de ahí para comerlo. La solución que le di a este problema era mantenerlo alejado de las cestas de basura; eso significó que, las cestas grandes tenían que estar en una parte inaccesible para él, y las cestas pequeñas sobre mesas que él no pudiese alcanzar.
LA TRANSICIÓN DE COMIDA DE SAL A COMIDA PARA PERRO

Muchos veterinarios y expertos en perros sugieren no darles comida de sal a los perros, y si quieres hacerlo venden unos alimentos especiales para ellos, esto para que no les cause problemas de piel, pelo y estómago. Aún así, te decían que podrías darle uno que otro día pollo, huesos de pollo, viseras de pollo o partes derivadas del pollo.
Cuando Marco llegó a casa no comía absolutamente nada de concentrado, no importaba la marca o el precio, sólo lo olía y lo dejaba ahí. Hay que tener en cuenta que, estaba sufriendo de depresión y era uno de los motivos por el cual no comía. Probé combinándole el pienso con carne de salmón o cordero, de esos que son especiales para perros, pero, eso no funcionó.
La cosa cambiaba cuando le daba comida de sal, comida como arroz, carne, pan y embutidos, pero no quería darle comida de sal porque quería que comiera alimento para perro, es lo mejor para el cuidado de él. Mi veterinario de confianza me dijo que no me preocupara, que le cambiara el concentrado todos los días así no se lo comiera, que iba a llegar un momento en donde iba a comer por mera necesidad. Y así fue, Marco empezó a comer concentrado, no se lo comía todo, pero ya comía.
Con el tiempo le empecé a combinar el pienso con comida de sal tipo; sopa, pedazos de pollo o huesitos de pollo, esto le encantaba sobre todo la sopa, porque todas las pepas quedaban remojadas y le parecía ¡delicioso!
SU PRIMER HALLOWEEN

Llegaba 31 de octubre y era el primer Halloween de Marco Antonio con su nueva familia, era obvio que él no se iba quedar sin su disfraz. Es así como, le compré un disfraz de los Súper Increíbles y le mandé hacer un antifaz.
Fue la envidia de muchos perritos y la adoración de muchas personas. Habían persona que hasta le regalaron dulces, obviamente Marco no se los comió, esa difícil tarea la hice yo.
LA SOLEDAD DE MARCO
Llegaron días en los cuales ya no podía llevar a Marco al trabajo, esto conllevó a que se quedase en casa mientras trabajaba. Mi trabajo es bastante demandante, por lo cual debo estar por fuera de casa entre 8 a 11 horas. Esto significa que sólo lo puedo ver en la noche y en la mañana antes de irme al trabajo.
Marco era un perro de la calle, sufría de depresión, quizás por abandono, esto significaba que no le gustaba estar solo. Cuando salía a trabajar no quedaba solo nunca, en casa siempre se encontraba mi novia, Lina, aún así le daba ansiedad de no verme; se la pasaba todo el día al lado de la puerta esperando a que llegara o le entraban unas ganas a dañar muebles o cosas.
LOS JUGUETES
Los juguetes para perros es una de las mejores formas para que los perros estén entretenidos por muchas horas mientras no estás en casa. Hay de todos los tipos, formas y colores, busca cuál es el mejor para tu peludito amigo.
Lastimosamente para mí los juguetes no funcionaron, Marco ya era un perro adulto de 4 años, no miraba pelotas, no miraba cuerdas, no miraba juguetes que chillas, nada. Es así como Lina y yo optamos por la otra opción que muchas personas nos la recomendaron.
ADOPTA O COMPRA UN HERMANITO

Lina y yo llegamos a la decisión de adquirir una hermanita para Marco, una beagle hembra de tan solo 45 días de nacida. Era un bebé, era la cosita más hermosa de este mundo. – Como lo dije al principio, a pesar de adorar a los perros beagles nunca había tenido uno, y Marco a pesar de ser el primero no tuve la oportunidad de criarlo y verlo crecer -.
Esta pequeñita cosa de cuatro patas llena de amor la llamamos Bittersweet, por la canción. Su adaptación a su nuevo hogar no fue muy difícil gracias a Marco, ella lo seguía a todos lados, al principio le molestaba, pero con el pasar de los días Marco le empezó agarrar cariño.
Marco y Bitter eran inseparables, sobre todo ella, pues parecía un chicle con Marco, no lo quería dejar sólo en ningún momento. Comía al lado de él, caminaba al lado de él, dormía al lado o sobre él. Marco por su lado la soportaba.